Hoy voy a hablar de dos novelas cortas, así que como son cortitas, las reseñaré juntas.
Yo no la maté
Voy a partir con Yo no la maté de Fernando Trujillo Sanz, que fue el primero que leí.
Esta historia está escrita en un modo extraño. Es algo difícil meterse en la historia, pues solo están los diálogos. Ya, con eso se te hará más fácil entenderlo, pues no esperas que nadie te explique lo que sucede o quién habla.
Poco a poco puedes ir metiéndote en el conflicto y, por la trama, este método está súper bien elegido, pues no te enteras de nada sino hasta el final.
Es una historia emocionante, una historia que te la puedes imaginar muy bien, precisamente porque no hay explicaciones, solo diálogos, con lo que tu imaginación toma un lugar muy importante.
Es un relato corto que puedes leer en veinte minutos, pero que te deja pensando mucho más tiempo que eso, por el tema que trata.
Recomendada, con la salvedad de que recuerdes que son solo diálogos y deberás armar el resto de la historia en tu cabeza. Algo que me fascinó ya que para mí la lectura es imaginación.
Café sangriento
Café sangriento de Raúl Garbantes, no es tan cortita, pero sí es corta, de todas maneras, se puede leer muy rápido.
Es una historia de un café, de un asesinato y de varios sospechosos, por lo que tendrás que usar tu imaginación para descubrir al asesino.
Es una historia que también te hace pensar, te hace cuestionar el amor que sienten algunas personas, en realidad, ¿qué es el amor? ¿Qué lo separa del odio? ¿Qué tan enfermizo puede ser alguien que ama?
Es un relato que se puede leer de una vez (si tienes poco más de una hora libre), no es de fácil lectura, pues, como se trata de un asesinato, te quedas pensando en quién fue, por qué lo hizo y cómo.
Recomendado, sí, sobre todo si te gustan este tipo de novelas. Muy bien escrito.
Bueno, no digo más porque soy la reina de los spoilers.
Nos vemos cuando me acuerde jejeje.
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