domingo, 23 de marzo de 2025

¿Veamos algo?

 

Hola, esta es una nueva sección que abriré en mi blog, ya que están tan de moda las películas y series por streaming. Espero que les guste y que me comenten, si no aquí, en mi grupo de Facebook: "El club de las presionadoras de Freya". Aquí viene mi primera "recomendación", con una miniserie que ha causado cierto revuelo por el tema que trata. Espero que les guste. 

Adolescencia

Ficha Técnica

Título original:               Adolescence

Género:                          Drama criminal

Creada por:                   Jack Thorne y Stephen Graham

Dirigida por:                 Phillip Barantini

Protagonistas:              Stephen Graham

                                       Ashley Walters

                                       Erin Doherty

                                       Owen Cooper

                                       Faye Marsay

                                        Christine Tremarco

                                        Mark Stanley

                                        Jo Hartley

                                        Amelie Pease

País de origen:              Reino Unido

Idioma original:            Inglés

N° temporadas:           1

N° episodios:                4

Dónde ver:                    Netflix

 Esta historia está grabada, en cada episodio, por un solo plano secuencial.




Familia normal. Padre, madre, una hija mayor y un hijo menor. Todos normales, como cualquier familia. Un día X llega la policía con todo su aparataje a arrestar al niño, en la madrugada, temprano al amanecer. El padre acaba de llegar de su trabajo y los demás duermen. Nadie entiende lo que pasa.

El niño es acusado de asesinato. Una compañera había sido apuñalada la noche anterior y el único sospechoso es Jamie.

Al niño le dicen que debe elegir a un adulto responsable para que lo acompañe en los interrogatorios; él escoge a su papá.

El niño reclama todo el tiempo que él es inocente.

Los policías a cargo interrogan a los compañeros, a la amiga de la chica, a todos los que pudieran estar involucrados.

Es una historia que nos muestra la realidad de muchos jóvenes que sufren de bullying, no solo del físico, también del otro, el que no se nota; de la inadaptación propia de la juventud; de los problemas por celos, por ser de otra clase social, por ser diferentes…

Son cuatro capítulos donde ves el sufrimiento de una familia que debe aceptar que su hijo sea internado mientras duran las investigaciones, mientras ellos deben intentar seguir con sus vidas, lo que no es fácil, en un pueblo, todos saben lo que pasa y tienen que soportar burlas y miradas suspicaces de sus vecinos.

¿Es o no culpable? El capítulo donde él es interrogado por la sicóloga da muchas luces, pero debes ver el final para saber si es o no quien cometió el crimen.

Una película que me dejó un sabor agridulce, más de agrio que de dulce y que te muestra que no hay nada que puedas hacer para salvar a tus hijos de la vida misma.

¿Recomendada? No lo sé. Sinceramente, no es una película que recomiende, pero que creo que no hay que dejar de ver.

💓💓💓💓💓💓💓💓💓


Besitos y nos vemos en otra recomendación 🎬🎥



¿Quieres conocer a...?

 

Hoy, de vuelta por las redes sociales, quiero comenzar con todo y bueno, una de las cosas que siempre me caracterizan es promover a otras escritoras, y en esta ocasión, se trata de una escritora que conocí por las redes hace varios años y hace unos meses me envió su primera novela en físico: “Corazonada”. Ahora conoceremos a Romina Azócar, una periodista y pedagoga con intereses variados.

 



Hola, Romina, gracias por darte el tiempo para contestar esta entrevista.

Hola, Freya, gracias a ti.

Lo primero que quiero saber es si Romina es tu verdadero nombre, no es un nombre usual.

Sí, es mi nombre. Una vez alguien me enseñó esta frase: “Mi nombre, mi mantra”. Estoy enamorada de mi nombre, pero fue un proceso. Nadie se llamaba Romina en Chile cuando yo era pequeña. Es un nombre súper usado en Argentina e Italia, aunque el origen es árabe.

Es cierto, no es un nombre muy usual en Chile y me recuerda a la cantante Romina Power (se me cayó el carnet hasta la China)

Sí. La gente más grande siempre me decía Romina Power, como la cantante. Eso me fascinaba. Si la vida me hubiera dado la voz, yo definitivamente sería cantante. Cuando te conviertes en adolescente te gusta diferenciarte. Mi nombre no se olvidaba rápido, entonces se me hacía especial que otros me recordaran. Cuando terminé mi primera novela ya era grande, mi identidad era más sólida porque maduras y eres agradecida de la vida, valoras el camino recorrido y honras tu nombre.

Qué lindo pensamiento. A muchos jóvenes no les gusta esa diferenciación, al contrario, prefieren ser parte del grupo, encajar, sin embargo, a ti, esa diferencia te dio la identidad que mencionas y que se nota en tus escritos.

Ahora dime, ya que tienes un nombre extranjero, ¿de qué parte eres? ¿Dónde vives?

Soy nacida y criada en Santiago de Chile, pero mi padre nació en Mendoza y mi madre es española por parte de padre. Tengo tres nacionalidades, pero soy chilena antes que todo. He vivido en Europa, pero no hay nada como Chile, mi fin del mundo le digo yo. Donde todo puede comenzar. Hoy vivo cerca de la costa, pero por mis actividades me muevo entre ciudades desde el 2022.

Guau, tres nacionalidades y al parecer has viajado mucho y lo sigues haciendo, supongo que algo de eso influyó en que fueras escritora, con tantas experiencias. ¿Cuándo comenzaste a escribir? ¿Hubo algo en especial que te llevara a hacerlo?

Descomprimir, supongo. Escribir era una manera orgánica de lidiar con los sucesos del día a día. Tenía un diario de vida desde la pubertad, porque mi mamá llegó un día con muchos cuadernos a la casa y los amontonó por ahí. A la par, me nació partir con poesía a los doce años, gracias a un profesor del colegio que era encantador para enseñar. Yo escribía sobre amor, desamor, penas, confusiones, esas cosas. Así es que cuando ya tenía como veintisiete años, decidí quemar todo eso. Además, ya se usaba escribir todo en computador y me pesaba seguir guardando tantos cuadernos donde vomitaba todas mis emociones. Después de eso, me sentí libre para escribir por el placer de crear, para componer, para ver qué salía de mí. ¿Tenía algo adentro para dar a otros que fuera la mejor parte de mí?

¿Ahí fue cuando te diste cuenta de que esto era lo tuyo?

Todavía no sé si me doy cuenta del todo. Lo que pasa es que es demasiado obvio para mí, me nace crear, he comenzado cientos de historias, pero me costaba terminarlas. Por largo tiempo solo lo vi como un pasatiempo absurdo. Recién hace unos meses imprimí por primera vez. Tiene que ver con ser una mujer de cuarenta años, más resuelta, que viene de vuelta sin falsa modestia. Este segundo tiempo del partido, se siente como para disfrutar. Si Dios quiere, podré dar vida a mi primer guion cinematográfico y lo haría por el puro placer de conectar con otros y emocionarnos juntos. Eso es lo que me hace feliz.

Se nota que disfrutas escribir, ¿hay un estilo que te guste más, algún tipo en especial?

Creo que cada día se va tejiendo un estilo propio, que no hay puertas cerradas y que es el único espacio donde puedo hacer lo que se me antoja. En cuanto al tono, diría que es romance, amor, sentimientos, misterios, el enigma de la vida. Si no me siento viva por dentro con lo que escribo, no voy por buen camino. Me tiene que hervir la sangre, tengo que poder revolucionar cada célula de mi cuerpo. Crear es como hacer el amor. Yo quiero moverte por completo, quiero que nada vuelva a ser igual y que cambies conmigo.

Bueno, sí que logras remover hasta lo más profundo del ser con lo que escribes, al menos eso me pasó con Corazonada, tu primera novela, ¿cuántas tienes publicadas y dónde podemos encontrarlas?

He terminado dos novelas, ambas disponibles en Amazon de forma digital, pero la primera, “Corazonada”, la tengo en versión impresa para quien la prefiera así. He empezado demasiadas historias, pero decidí llevar a término la que en ese momento se me hacía más atractiva, es como que te bajan por un canal todo tipo de ideas relacionados a algo y no te queda otra que plasmarlas. Por eso la segunda es la continuación de la primera. “El interior de las lágrimas” sigue lo que sucede en la vida de los protagonistas, como si la vida no te soltara. Nada para. Todo está moviéndose y si eres capaz de seguir contándolo, adelante.

La buscaré para saber qué pasa con ellos. Yo comencé con “Corazonada”, pero ¿es necesario comenzar con esa o da lo mismo?

“Corazonada” es la primera parte, pero “El interior de las lágrimas” se puede leer sin problemas de forma separada. Está escrita para que pueda entenderse sin necesidad de pasar por la primera parte. Me parecía súper interesante que fueran dos obras sostenidas en sí mismas, diferentes, pero bajo el prisma de la misma protagonista.

Súper interesante para quien haya comenzado con “El interior de las lágrimas” que no se haya perdido nada.

“Corazonada” es una novela muy especial en su temática, ¿en qué te inspiras para escribir?

Uf, a mí me faltan horas del día a veces. Me fascina ver teatro, estudiar danza, conocer gente nueva, aprender una nueva habilidad, mirar la vida pasar. Soy muy buena para “perder el tiempo”. Me admiran y me inspiran las personas que han superado dificultades, la gente que se levanta. También alguien que es correcto cuando la situación se pone complicada, o que construye un buen ambiente, que decide jugárselas por la armonía.

Es decir, te inspira la vida. ¿Y tienes algún lugar especial para escribir, algún ritual, una manía?

Ninguna, a no ser que sea una manía escribir por todos lados y en todas partes. En ese sentido, nunca dejas de escribir a mano, porque vas tomando notas aquí y allá. Te podría contar que, si no he terminado una tercera novela, es porque me cuesta estar sentada por mucho rato. En un inicio puede ser jodido, porque la gente te pregunta qué estás haciendo y sientes que te pierdes de algo por estar sentada durante períodos que pueden alargarse incluso por años, en ciertos casos. Pero después, cruzas todos esos detalles y te acomodas en tu dedicación y tu mundo imaginario.

Es que claro, con tantas cosas que haces, es difícil tener el tiempo para sentarse frente a un computador a escribir por horas, porque lo cierto es que, aunque uno quiera, no es lo mismo, escribir a mano diez minutos mientras se está en una sala de espera, que ponerse en la laptop, quince minutos se hacen nada.

Ahora, dices que has escrito muchos inicios de novelas, ¿hay algún personaje con el que te sientas identificada? ¿Alguno que sea especial para ti?

No sé. Me pongo en la piel de todos. Quizás hoy estoy bastante enamorada del personaje de mi guion “Tiempo de naranjos”, Pedro. Él es un hombre que quiere ser padre, quiere hacerse cargo de su hijo y eso me parece precioso. Amo a los hombres, crecí en un ambiente masculino, y esta historia nació como novela y terminó como guion porque, entre otras razones, sentía que Pedro tenía muchas ganas de tener vida, de existir de forma audiovisual. Hay una potencia de la presencia netamente masculina, que para mí es muy importante subrayar. Hay hombres que dan todo lo que tienen adentro, que protegen, que aman su rol y eso me conmueve.

Me gusta eso que dices, sobre todo en este mundo que desvalora tanto al hombre y que lo consideran una amenaza. Es un tema muy controversial en estos tiempos.

Y hablando de controversias, ¿cómo tomas las críticas? Tanto las positivas como las negativas.

Yo sufrí largo tiempo de eso de hacer la vista gorda, como de no escuchar lo que no me valía la pena, y hoy creo que ningún extremo es bueno. De más grande, busco escucharlo todo, lo bueno y lo malo, porque todo me aporta. Hay críticas que busco, incluso. Me interesa el punto de vista ajeno. Obviamente, hay que aprender a distinguir la paja del trigo. Es muy bueno poder ver cuando alguien solo quiere dañar, por sus propias razones, para no enganchar. Pero también es un aporte escuchar a alguien que no opina como yo. Todo es aprendizaje.

Así es, aunque muchas veces, es difícil aceptar los comentarios negativos. Y hablando de eso, ¿qué dice tu familia? No siempre se acepta que escribir sea un trabajo.

En mi linaje hay muchísimos artistas, pero ninguno escritor. Así que yo siempre he estado un poco sola en esto. Tengo unas tías maravillosas que siempre me tiran para arriba, pero en general puede ser fome que otros crean que escribes como para pasar el rato. Es difícil explicar a otros cómo un cierto verso o una cierta historia quiere abrirse camino por medio de ti. Para mí un creador funciona como un canalizador. Yo no tengo idea de por qué “Corazonada” me venía a la mente de manera tan intensa, de haber leído una nota de prensa sobre un donante de corazón cuando yo era muy joven, a no poder olvidarme de eso años después. Y no sé si eso sea talento, pero definitivamente lo veo como un oficio. Tomo algo, lo transmuto, y lo entrego.

Definitivamente lo lograste con esa novela. ¿Tienes alguna anécdota que contar?

Cuando ingresé al taller de narrativa donde aprendería por fin a terminar una novela, yo ya estaba súper atrasada. Me había dedicado por años a otras cosas y no pensé ni siquiera que me fueran a aceptar. Pero para mi sorpresa, el profesor, que es un gran narrador chileno, resultó ser un maestro de lujo. No sé si él lo sabe, pero es de esos profesores de alma, que guían. Cuando me tocó leer por primera vez delante de todos, estaba tiritando, me equivoqué varias veces. Uno se pregunta qué hago aquí. Ni en el colegio me atrevía a leer lo que yo escribía, y eso que me sobra personalidad, soy una mujer leo, criada por un argentino, te podrás imaginar. El caso es que él tuvo el tino de destacar lo bueno primero. Esa es una técnica netamente pedagógica. Claro que hizo correcciones después, pero con eso me situó, me dijo: tómate de aquí. No sé si sea anecdótico, pero me fui riendo a mi casa de lo boba que me sentía. Yo pensaba que no había nada que valiera la pena, y él sí veía algo. Como su opinión me era válida, me tomé de ese algo con confianza.

Claro, cuando alguien con más experiencia, sobre todo un profesor, toma en cuenta lo que uno escribe, a uno se le sube la confianza y tiene más ganas de seguir adelante. Y por eso te pregunto, ¿se viene algo nuevo, algún nuevo proyecto?

Hoy tengo el foco en mi primer guion, “Tiempo de naranjos”, y se siente tanto o más especial que escribir una novela. Aunque partió como narrativa, y se llamaba “La amante del tiempo”, sucedieron varias cosas que lo convirtieron en un texto para cine. Estábamos encerrados durante el 2020 y llegó a mis manos un libro sobre mis ancestros maternos. Un verdadero bálsamo para mi alma, con detalles sobre sus vidas, su legado, sus dolores y alegrías. Me vino un impulso de poder mostrar parte de su forma de ser, de su visión optimista de la vida. Son palabras mayores, por la inversión que implica, y estoy consciente que es un proyecto ambicioso para llevarlo a cabo sola, pero viene desde lo más profundo de mi corazón. No puedo evitar querer llevarlo a cabo. Es una comedia romántica sobre nuestro árbol genealógico y nuestro linaje. Los personajes toman conciencia del misterio de la vida y tienen un viaje súper especial y significativo. Estoy buscando el financiamiento durante este 2025.

¡Qué bien! Ojalá puedas encontrar el financiamiento y espero ver esa historia en la pantalla grande, incluso, verla en algún tipo de festival o concurso, estoy segura de que será muy especial, sobre todo por cómo relatas los misterios de la vida y llevas a tus lectores a esos viajes al interior y a las estrellas que es tan difícil de plasmar en un escrito.

¿Qué les dirías a tus lectores que te siguen y a los nuevos que te puedan conocer?

¡Que me apoyen! Doy un valor gigante y guardo un espacio enorme para esas personas que se toman el tiempo de disfrutar conmigo. Me encanta conectar, pero no he construido un público muy amplio hasta aquí por estar siempre en otros roles. Ser la autora me acomoda más desde hace poco, y me encantaría conocer más lectores y emocionarnos juntos.

Por lo mismo, voy a subir una reseña de tu libro “Corazonada”, para que muchos lectores puedan leerla y que conozcan el viaje que hace la protagonista. ¿Qué puedes decir de esa novela? ¿En qué te inspiraste?

Leí una nota de prensa sobre un transplante de corazón, pero no fue el tema de la donación de órganos lo que me atrapó, no me interesa hablar de un tema puntual u otro, más que de lo que pudieran estar sintiendo los involucrados. Me fui de viaje en mi mente; imaginé lo que se podía sentir perder a un ser amado, lo que se podía sentir recibir un órgano de otra persona, sopesé lo misterioso que es estar vivos. Yo soy puro corazón, entonces sentí que la historia me aparecía. Estaba leyendo al poeta persa Rumi, andaba como flotando de amor. Pero sabemos que no siempre estamos preparados para lo que nos sucede, y ese factor de signo de interrogación permanente mueve el ritmo de acción de esta novela corta, que se puede leer en un día.

Es cierto, es muy fácil de leer, lo cual no significa que sea una novela ligera, al contrario, lleva a cuestionarse muchas cosas en esas pocas páginas.

Hablemos un poquito más de ti, no como escritora, porque todos sabemos que un escritor también es un gran lector. ¿Cuándo empezaste a leer?

En mi casa había una biblioteca que yo miraba sin saber si tenía permiso para tocarla. Recuerdo tener una edad muy inicial, antes de ir al jardín infantil, y que mis padres trabajaran y mis hermanos mayores estuvieran en el colegio, entonces estaba mi niñera en casa, pero se dedicaba a los quehaceres y yo quería tomar un libro hace mucho rato. Era Cosmos, de Carl Sagan. Después descubrí que esa biblioteca prácticamente no tenía ficción y me dio mucha risa. Fue una forma de conocer en qué tipo de familia había nacido.

Mira, eso tenemos en común. En mi casa me pasó lo mismo, mi papá tenía muchos libros y el que agarré, fue el de Carl Sagan. Aunque había algunos de ficción, como Las mil y una noches.

¿Cuál fue el primer libro que leíste y que te marcó?

Bueno leer, de leer entero, fue el Viejo Testamento. Porque unos religiosos pasaban tocando el timbre de mi casa cada cierto tiempo ofreciéndolo. Un día mi padre le pidió al vendedor que por favor no pasara más, que le compraba todo si era necesario, y el tipo le vendió el libro con audio casete. Mi papá me lo pasó sin reparar demasiado en el tema. Y mi mamá tenía una casetera que usábamos siempre, así que fui, puse el casete y abrí el libro. Quedé completamente traumatizada. Tenía cuatro años. Así fue cómo aprendí a leer sola.

¿Por qué quedaste traumatizada? Ese es casi un libro infantil, jeje.  Desde entonces, ¿cuántos libros has leído hasta ahora? Más o menos.

Ni idea, pero muchos. Leo por placer, leo para evadir, para informarme, para inspirarme, para crecer o ser mejor.

Qué entretenido, es interesante leer no solo de ficción o de lo que uno escribe. ¿Cuál es el género que más te gusta leer?

Curiosamente no es ficción. Me encanta la historia, la biografía. Y me encanta la prensa, aunque pienso que cada día es de menor calidad.

¿Qué estás leyendo ahora?

Hace poco terminé el que seguramente será por siempre mi libro favorito: “A bordo del Alfonso Pérez”. Es otro libro que también habla sobre mis ancestros y que mi tío me pasó hace pocos meses. Se sintió como encontrar el libro perfecto, de pronto. Es la historia de uno de los presos del buque prisión de ese nombre, en Santander, España, de donde es todo mi linaje materno. Mi bisabuelo estuvo preso ahí, por culpa de ideologías enfermas. Es una lección tremenda. Me enseña el valor de la vida, de la joya que es cada ser humano. Lloré, me reí, imaginé un mundo de paz que es posible. Y me vi abrazándolo a él, a un bisabuelo que no conocí pero que amo con todo mi ser. No he empezado del todo otro libro todavía, porque aún lo estoy digiriendo.

Suena interesante, lo buscaré. ¿Qué libros recomendarías a los demás lectores?

Solo recomendaría mezclar todo tipo de textos siempre, pasar de novela a poesía, de biografía a periodismo, de los best sellers de moda hasta los libros perdidos que quieren ser encontrados. Soy periodista y también profesora de profesión, entonces me he enriquecido de todas las cosas y me ha tocado enseñar distintos tipos de textos, lo que sin duda ha abierto mi perspectiva.

Es una buena recomendación y me imagino que ha sido muy enriquecedor tener esas dos profesiones que abren la mente a diferentes realidades y a nuevas lecturas. ¿Tienes alguna otra afición aparte de lo relacionado con las letras?

Bailar y cantar. Y lo que no creo que sea un hobby, pero me gusta mucho ordenar. Lo hago sin darme cuenta y mi mamá me llama cuando necesita ordenar un clóset o una bodega.

Podrías venir a ayudarme en mi casa. Yo odio ordenar, solo me gusta cambiar las cosas de lugar 😁

Me encanta todo lo que nos has contado y estoy segura de que lo mismo deben estar pensando nuestras lectoras que seguro querrán leer tus escritos. Dinos dónde podemos encontrar a Romina Azócar.

Trato de disfrutar seguido de mi Instagram actual, que es @rominaazocargutierrez, pero mi nuevo proyecto de película está en @celtarox

 

Muchas gracias, Romina, espero que te vaya súper bien en todos tus proyectos y, sobre todo, espero ver pronto esa película que promete.

Muchas gracias, Freya, la pasé súper bien respondiendo, ¡cariños!